RECORDATORIO SOBRE SUELOS
La mayoría tenemos preguntas sobre los suelos y las correcciones que deben hacerse para que las plantas puedan tomar su alimento en forma eficiente. Es muy importante, cuando se corrigen deficiencias de elementos menores, tener siempre en cuenta que: incorporar un mineral en un biosistema como el suelo, es muy sencillo, basta aplicarlo, pero extraerlo es prácticamente imposible.
El caso del Cobre es clásico, cuando se excede, como por ejemplo una serie larga de aplicaciones muy seguidas con cúpricos para combatir sigatoka, la respuesta es dura en detrimento del suelo; muchos años de esterilidad; sucede algo similar con el Boro, elemento este con l cual pasar de deficiencia a exceso es tan sencillo porque el margen entre óptimo y exceso es muy estrecho, para convertirse en fitotóxico. Pensemos que una deficiencia de Boro en la planta, se puede producir por deficiencia cruzada con el Zinc y que al agregar el zinc, desaparece la deficiencia de Boro, pero si lo hemos agregado al suelo, sin un análisis, podría representar una toxicidad. Por estas razones, siempre es mejor estudiar mediante un cuidadoso agregado foliar y analizar el resultado.
Las deficiencias de los minerales en el suelo se pueden presentar de varias formas: deficiencia simple, compuesta, oculta, manifiesta o seudodeficiencia.
SIMPLE: El elemento es deficiente por sí mismo sin interacción de otro, como por ejemplo la deficiencia de Nitrógeno que hemos visto en otros capítulos.
COMPUESTA: La deficiencia de un elemento se debe a la deficiencia de otro y una o ambas se manifiestan; por ejemplo las relaciones P_K_Ca o la relación Zn-B
OCULTA: Deficiencia de un elemento sin sintomatología aparente.
SEUDODEFICIENCIA: El elemento mineral está en la planta, pero no actúa porque está retenido por una estructura estable que no lo deja actuar .
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